¿No te gusta cocinar o no tienes tiempo para hacerlo? Muchas veces, la agitada vida que llevamos no nos deja el espacio suficiente para dedicarnos a la cocina.
Suena el despertador y tu cerebro empieza a hacer un recuento de todo lo que te espera durante el día. Reuniones, informes, presentaciones, ir a buscar a los niños, pasar al supermercado, etc